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Parque La Libertad

La historia de cómo Johan llegó al Parque 

A lo mejor lo has podido ver tomando fotografías en alguna actividad del Parque o cerca del Área Juventudes, y sino hoy queremos contarte de un amigo que ha pasado de ser estudiante a ser el facilitador de uno de los talleres más llamó la atención en los últimos meses, nos referimos a Johan Quesada Arias. 

Si sos de los que ya tomaron el curso de Fotografía con Celular entonces ya sabes de quién te hablamos, pero para quienes no tienen el gusto les contamos que se trata del profe del taller de Fotografía con Celular, un curso que ha interesado bastante, ya que la mayoría de nosotros ignora los alcances del dispositivo.

Todo empezó por una “mejenga” de amigos

Ya han pasado 10 años desde que su historia con el Parque La Libertad se empezó a entretejer, de hecho recuerda que ese día vino a jugar bola con unos amigos y cuando estaba en media “mejenga” un muchacho se les acercó a decirles si les interesaba sacar cursos, esa oferta de aprendizaje les pareció interesante.

Decidimos tomar la oportunidad e inmediatamente empezamos a llevar estos cursos de Adobe, lo vacilón fue que los amigos que estábamos en la mejenga se convirtieron en compañeros, la mayoría que estábamos ahí concluimos los cursos y fue como un encaminamiento porque varios estudiamos diseño gráfico, fotografía o artes, fue un enganche.

Por motivos personales tuvo que posponer sus estudios en Diseño Gráfico y empezar a trabajar. Durante este período se alejó un poco del Parque por limitantes de tiempo, pero el interés y el seguimiento por los canales de comunicación se mantuvo.

Hace 3 regresó y fue cuando conoció el Área Juventudes, desde ese entonces empezó a capacitarse en distintas áreas, como Fotografía y el programa de Periodismo Comunitario de la UNICEF; esta oportunidad no solo le permitió desenvolverse en el área de diseño y fotografía sino que ahora está pensando en un proyecto periodístico con la comunidad.

Actualmente estoy en varios proyectos, aún están en pañales pero como no hacerlo si aquí se siente en familia, a uno le presentan alguien y lo tratan bien, es como si lo conocieran de hace mucho.

Si le preguntás a Johan porqué vale la pena venir al Parque, con una sonrisa te comentará que aparte de encontrar muchas disciplinas que te pueden permitir desarrollarte en muchos ámbitos de la vida, también te van a recibir como una familia, cualquier problema que tengás te ayudan, e inclusive si no podés cancelar los costos te ayudan con una exoneración o arreglos de pago.

De estudiante a profesor

La fotografía lo inició como un hobbie hace 5 años, todo lo aprendido fue de manera autodidacta, agarró la cámara y empezó a tomar fotos. Con un deseo grande de enseñar lo aprendido, ahora imparte clases de fotografía con celular, no como una especialización técnica sino como un espacio de experimentación para los participantes. Las lecciones no se basan en el uso del dispositivo, sino es saber usar lo que se tiene adentro, en el pensamiento y el desarrollo de la creatividad.

Por eso, durante el taller se ofrecen tips sobre composición, algunas técnicas y cómo se pueden tomar fotografías de calidad, sin importar el teléfono con el que se cuenta.

¿Pero cómo fue ese primer día de profesor? (En palabras de Johan)

Bueno la noche antes no dormí, duré como 15 o 22 días planeando la primera clase, aunque no solo yo las imparto, somos 4 quiénes damos la clase, ya que buscamos que la clase sea lo más individualizada posible.

Los tres otros compañeros que me acompañan son personas súper creativas, Mauricio que sacó fotografía en la Universidad Latina, Dani que estudió música pero le encanta la fotografía y es muy creativo; luego está Pablo, también ex estudiante del Parque que le encanta dibujar y posee una capacidad de ver en una escena lo que muchas personas no pueden captar.

El primer día de clases fue increíble, la adrenalina que se siente es mucha, ya que eran 40 estudiantes, pero la preocupación era más que todo por compartir todos los conocimientos que se tienen.

La primera clase fue en julio y lo que nos encantó del Parque fue que hicimos la propuesta y en ningún momento recibimos un no, y para nosotros fue un orgullo que fuera un proyecto tan bien aceptado ya que de los 40 estudiantes matriculados, 38 lo concluyeron.

Durante las lecciones la primera hora es teórica, mostrándo con imágenes lo que estamos explicando como por ejemplo los puntos de fuga o ángulos de toma, mientras que la segunda hora de clase es para salir a hacer práctica. 

“Nunca me imaginé llegar a este punto, en algún momento de mi vida pensé que iba a ser diseñador por siempre, pero me topé con la fotografía y aquí le dieron alas a la locura, por dicha está saliendo bien.”

Tuve un estudiante de 72 años, llegó y nos dijo que acababa de comprar su teléfono pero no lo sabía usar, entonces le enseñamos. Él fue y continúa siendo uno de los que más aporta, ya que aún continuamos con un grupo de whatsapp por el que nos comunicamos con todos los participantes.

Tal fue el auge que tuvo el curso que se cuenta con una lista de espera de 60 personas, y por esta razón la segunda edición del curso iniciará la segunda semana de octubre.

Para concluir ¿Qué le puede decir Johan a las personas sobre el Parque?

El Parque es un espacio donde usted puede hacer lo que quiera hacer, hay muchas cosas que aprender, es un mundo de oportunidades. Por eso, a esas personas que aún no han venido los insto a que se integren, que no tengan miedo, aquí no hay excusas para nada, aquí no le dicen si es viejo o si es joven, si es rico o si es pobre.