Blog
Parque La Libertad

No hay nada más motivador que conocer hermosas historias de superación y crecimiento; a lo largo del tiempo hemos conocido muchas de ellas que nos enorgullecen por lo lejos que han llegado, pero no solo contamos con anécdotas de personas que se capacitaron en el Parque y hoy forman parte de empresas o cuentan con emprendimientos.

Estos cuatro relatos que te contaremos a continuación son muy especiales, al igual que todos, pero tienen un detalle que nos alegra el corazón, y se trata de las historias de cuatro compañeros, que al igual que vos llegaron al Parque para capacitarse y aprender nuevas cosas y hoy forman parte de la hermosa familia del Parque La Libertad, esperamos que las disfrutés.

Su simpatía, dulzura y positivismo gana el corazón de quien la conoce

Su simpatía y dulzura no pasan desapercibidas, es una de las compañeras que definitivamente se ha ganado el corazón de muchos de las niñas y niños que disfrutan cada instante en el Centro Infantil y Juvenil, nos referimos nada más y nada menos que a Kristel Castro Leiva.

Kris, como cariñosamente la conocemos en el Parque, tiene una historia de más de 8 años en el Parque y que inició llevando unos cursos de computación para poder encontrar un trabajo.

Empezó con los programas de cómputo, pero no solo venía ella, la acompañaban su mamá, vecinos y hasta conocidos, de hecho su mamá tenía susto de retomar los estudios y Kris se inscribió con ella, pero además formó parte de la red de jóvenes y fue de esta manera que empezó a asistir regularmente al Parque.

Recuerdo que decía que lindo trabajar aquí, porque además el Parque tiene una visión muy linda, que va mucho con mi forma de ser y personalidad, hasta que un día me animé cuando casi tenía todos los cursos de cómputo y envié mi curriculum, eso fue hace más de 8 años”. 

Su sorpresa fue que la convocaron a entrevista muy rápido, el positivismo y los deseos de iniciar una nueva aventura fueron los aspectos necesarios para tener la confianza plena de que el trabajo sería suyo, y así fue. Le realizaron la entrevista en horas de la mañana y a mediodía la llamaron para ser parte del Parque La Libertad.

Entré como fotógrafa del Parque, cuando vine a trabajar el primer día había un evento súper importante y tenía que seguir todo el protocolo; la compañera que había dejado el puesto para formar parte del Área Ambiental me explicó como en 5 minutitos como era, y pude realizar lo que me solicitaron. En ese entonces yo entré a Comunicaciones estaba en la Dirección Ejecutiva y recuerdo que fueron días muy hermosos, me apoyaron y me enseñaron mucho. Siempre estaré muy agradecida por todo el apoyo que me dieron en ese momento y el que me siguen dando hasta el día de hoy

Conforme pasó el tiempo Kristel formó parte del Área Emprender, Recepción, además fue asistente del Área Comunidades, Juventudes y Centro Infantil y Juvenil, a ésta última llegó en el 2016.

Aparte de ser vecina del Parque, Kris guarda con un cariño especial los recuerdos de como fue el proceso de crecimiento, no solo de las instalaciones sino de ella misma ya que el Parque se convirtió en un abanico de oportunidades, de aprendizaje donde hubo momentos de lágrimas pero donde la alegría y el agradecimiento siempre estuvieron presentes.

Puedo decir que aquí he tenido muy buenas amistades, aquí se pueden encontrar personas leales que trabajan en equipo, con empatía y donde demuestran el amor que le tienen a este proyecto, pero además el Parque me dio la oportunidad de ayudar a muchas personas con el trabajo que hago, y también ayudar a mi familia” concluyó Kris.

El programa de jóvenes fue su enlace para llegar al Parque

Su carisma es reconocido en el Parque al igual que sus deseos constantes de aprendizaje y superación, Dayana Calderón es una compañera que se ha ganado el cariño de muchos y quienes llegan al CEGEA saben de lo que hablamos.

Nuestra compañera llegó al Parque allá en el 2011 gracias a un programa de jóvenes llamado Culturas Juveniles, pero además estuvo como voluntaria sembrando árboles y hasta dándoles mantenimiento, Daya sabía que su lugar era estar rodeada de la naturaleza.

Pero sabías que sus primeras historias con el Parque se fueron formando en la oficina de Comunicación, ¿Te la imaginás?

 “Recuerdo que mis primeros pasos fueron en la inauguración del Centro de Tecnología y Artes Visuales (CETAV), donde debía recibir a los medios de comunicación, y desde ahí empecé a tomar fotografías en los eventos y redes sociales” 

Por pocos meses fue parte de Comunicación porque rápidamente su sueño se cumplió y en el 2012 pasó a formar parte del Área Ambiental, dando apoyo a la gestora y educadora ambiental, convirtiéndola en una parte importante del equipo y donde ha implementado nuevas iniciativas en distintos programas como el de Educación para el Desarrollo Sostenible.

Así es, nuestra compañera hasta ha traído ideas para el Parque desde otros países, y un ejemplo de ello fue a finales del 2018 cuando participó en el curso Internacional “Implementación de una Educación hacia el Desarrollo Sostenible” en Jerusalem, Israel, esto gracias a una beca a la que aplicó y la convertiría en la única persona en el país en obtenerla.

Esto le dio la oportunidad de aprender, además de otras, sobre técnicas en educación del Desarrollo Sostenible enfocado en la niñez y la adolescencia, asimismo sobre el manejo de grupos, conocimientos que aplicó en el Programa de Educación Sostenible (PEDS).

Hoy, después de ya casi 10 años Daya continúa siendo parte importante del Parque, y podrás verla, entre sus muchas funciones, corriendo de un lado a otro mostrándole a todas las personas que nos visitan lo maravilloso que es convivir entre las bellezas naturales que nos rodean.

Dayanna

Su positivismo y ganas de ayudar a los demás son unos de los tantos estandartes que caracterizan a Gera

Estamos casi seguros que lo has llegado a ver con los demás compañeros de mantenimiento, transportando cosas de un lado para otro, ayudando a pegar pizarras, letreros en varios lugares del Parque o hasta en esporádicos momentos ayudándonos a grabar videos que posteriormente compartimos en nuestras redes sociales, definitivamente Gera es polifacético.

Gerardo Rodríguez es un compañero que nos ha enseñado que los sueños no son imposibles y siempre se pueden alcanzar si se tiene el deseo.Su historia inició como la de muchos, nos venía a visitar para hacer paseos en bicicleta, eso hace un poquito más de 5 años y medio. 

En esos recorridos se enteró de varios cursos y se inscribió primeramente en uno de dibujo  y después ingresó al programa ConstruYO que desarrollaba habilidades técnicas y blandas en personas jóvenes enfocadas en construcción, donde formó parte como estudiante por un año.

Al finalizar este programa tenían que presentar un proyecto y el suyo fue, precisamente, las bancas que se ubican frente al comedor y el laboratorio 1, cerca de la entrada principal de Fátima, proyecto que llamó la atención de muchos compañeros del Parque. 

A pesar de haber concluido este proceso el contacto con el Parque prevaleció, hasta que un día le solicitaron presentar sus papeles, y fue llamado para ser parte de la familia del Parque La Libertad.

Entrar a la Fundación fue toda una nueva experiencia, uno ve las cosas de una manera distinta, es hermoso poder ver familias disfrutar y saber que uno contribuye para que todos ellos disfruten es algo muy grande

El sueño de Gerardo es seguir creciendo en el Parque y poder seguir dando lo mejor de él. Para el segundo cuatrimestre de este 2021 nuestro compañero ya será bachiller de la carrera de Derecho, lo que le ayudará a demostrar, mucho más, que todo es posible.

Paso a paso todo es posible alcanzarlo

Me enteré del Parque gracias al programa de Empléate donde había una oportunidad en el programa Técnico en Jardines y la aproveché, en este curso se busca que los jóvenes tengan un empleo y puedan salir adelante” nos comentó José Luis Castro, protagonista de esta historia.

José inició su aventura en el Parque con tan solo 20 años, sin saber que, aún, tres años después seguiría ligado con nosotros.

En el programa técnico aprendí mucho, adquirí grandes conocimientos y aunque fue muy duro porque salía del curso y me iba a estudiar al colegio de noche siempre eché para adelante, nos agregó.

Tras concluir su etapa en el Técnico de Jardinería, José continúo estudiando de noche, y gracias a su empeño y dedicación le ofrecieron ser parte del Parque.

Siempre estaré agradecido con Lidia, la anterior gestora Ambiental, y a los profesores que vieron el desempeño, el amor que le ponía a los trabajos, porque gracias a ellos llegué al Parque. Cuando me contrataron la verdad nunca me lo imaginé, y ya aquí llevo un año y medio y he aprendido un montón”.

A pesar de contar ya con un trabajo, José Luis nunca abandonó su sueño y continuó hasta lograr su objetivo, sacar el bachillerato. Fue gracias a su esfuerzo y dedicación que el pasado mes de diciembre recibió el certificado que hace constar que concluyó su etapa de secundaria.

El Parque es una casa llena de muchas oportunidades que si las sabes aprovechar verás sus cosechas. Aquí cualquiera puede venir, aprender y salir adelante” concluyó José Luis.

Muchas son las historias de superación que nos rodean, y que nos motivan a seguir adelante. Estos cuatro compañeros nos demuestran que los sueños son alcanzables si realmente trabajamos para alcanzarlos. 

Te instamos a conocer más historias como estas por medio de los perfiles de Facebook del Parque La Libertad y nuestra página web https://parquelalibertad.org/