Una de las épocas más hermosas del año ha llegado, la unión de la familia, el aroma del ciprés, las luces de colores y hasta las tardes soleadas con vientos alisios nos anuncian que es tiempo de empezar a celebrar la Navidad. 

Todo esto nos llena el corazón y en el Parque deseamos formar parte de esta temporada tan dulcemente especial; fue así que varios compañeros se dieron a la tarea de plasmar el amor y el espíritu navideño en un día dedicado a la familia, a la diversión pero sobre todo al cariño hacia la comunidad.

Muchas fueron las reuniones, las horas, las carreras, el personal para hacer de este momento el mejor día para darle la bienvenida a esta época que nos llena de luz el alma, lo que no sabías es que mientras el año transcurría de manera normal, nuestros compañeros tomaron el papel de duendecillos de Santa y sacaron de forma sorprendente su labor. 

Conforme los días pasaban las carreras aumentaban, unos iban a comprar adornos, otros montaban mesas, terceros ponían luces y así muchos hacían decenas de tareas, las tardes caían, las noches llegaban y ellos sin cesar trabajaban sin descansar.

Faltando un día, y ultimando detalles muchos no se iban a sus casas sin antes dejar todo prácticamente listo para la tarde tan especial que nos esperaba.

Fue así que llegó el gran día, había nervios, ilusión pero la alegría inundaba el corazón, porque estaba la seguridad de que todo saldría a la perfección, definitivamente pintaba para ser así. La cita estaba para a partir de las 2:00 de la tarde pero desde antes habían personas ansiosas esperando el inicio de la actividad.

La fiesta arrancó con juegos para los más pequeños donde sus padres se les unieron y demostraron que con los juegos tradicionales les va muy bien, las pintacaritas siempre son bienvenidas y una gran fila esperaba su turno para tener un recuerdo de lo que se estaba viviendo.

Venta de plantas, talleres de kokedamas llamaron la atención de una importante cantidad de personas, porque a precios accesibles pudieron llevarse esa matita que tanto querían.

Las horas transcurrían y los asistentes continuaban disfrutando, en un sector del campo ferial estaba el Mercadito Navideño un lugar que le permitió a los emprendedores que han participado en los programas del Parque mostrar y vender sus productos, ahí se podía encontrar bisutería, cremas, productos hechos con tela como almohadas, venta de rompope, queque navideño hasta niños emprendedores ofreciendo sus productos, en fin la oferta era variada.

Pero no solo quedaba hasta ahí, para el frío podías encontrar bebidas calientes, comida y hasta tamales para continuar con más energía, mientras se jugaba bingo.

Llegó el turno de una de las partes más esperadas, la obra de teatro navideña llamada “El abuelo de las Nieves” a cargo del grupo Ticotíteres del famoso Fernando Thiel, que consistió en la búsqueda de los materiales para hacer un buen tamal, que arrancó sonrisas a todos.

La tarde avanzaba y la presentaciones circenses no podían faltar, los conciertos navideños con bellos villancicos nos recordaban que es época de compartir más con nuestras familias y cercanos. Pero bueno, aún no concluía la celebración y el momento del pasacalles y la iluminación del árbol llegó, ahí inicio de manera oficial la bienvenida de la Navidad.

La noche ya avanzaba, y el show de fuego y juego de pólvora nos avisaba que todo estaba llegando a su fin, pero solo fue el de ese día; porque los momentos, las risas y la alegría quedarán en la memoria y el corazón de todos nosotros, por eso te agradecemos por haber formado parte de este día tan especial.   

De parte del Parque La Libertad te deseamos felices fiestas, gracias por ser parte de nosotros, esperamos con ansias el próximo año y poderte seguir viendo ser parte de nuestra familia. 

¡Feliz Navidad y Año Nuevo 2020!